El Instinto III ( El psicópata -1ª parte ).





A pesar de acordarme exactamente el día que fue, 27 de diciembre de 1997, no recuerdo muchos de los detalles de aquella noche.
Sólo la recuerdo a escenas, con lagunas intermedias, principalmente por la lejanía en el tiempo, y el alcohol que corría por mis venas, que aunque no estaba borracho, si tenía el punto de mareado.
Y si me acuerdo de algo, no es ya porque me traumatizara, en absoluto, sino por lo hizo de peculiar del encuentro.

Había salido sólo aquella noche de sábado, como venía haciendo los últimos meses.
Un par de cervezas en un bar de ambiente y un cubatilla, o tal vez ya llevara dos, en la disco, me indujo a cierto grado de desinhibición y liberación de temores y tensiones que por aquella época me dominaba cuando iba a estos sitios.

La discoteca disponía de dos plantas, abajo la pista de baile, barras de bar y lavabos, y en la de arriba, bar, video porno y un amplio y envidiable cuarto oscuro, con sus zonas de penumbra, y sus zonas ciegas.

Y fue allí, en la zona de luz tenue, claroscuros y sombras tope con un tío.
En su aspecto físico nada más recuerdo de él es que era un poco más mayor y un poco más alto.
Ambas cosas nada destacables.
En el tanteo, del te toco, me tocas, quedó claro que tenía su punto dominante, que me llamó poderosísimamente la atención.

Básicamente porque fue por aquellos meses en que estaba en pleno descubrimiento de mi faceta sumisa, con cierta tendencias masoquistas, y todo el mundo del bdsm. En otras palabras, la gestación y nacimiento de perro.
Experiencias al respecto había tenido pocas, algunas muy satisfactorias y otras simplemente frustantes.
La característica principal de todas ellas es que habían sido via contacto por chats del Irc, con conversación de por medio, sabiendo un poco por encima lo que uno u otro quería , de los límites ( y hago hincapié en mi experiencia y conocimiento de mí mismo era escasa), y en caso de sesión, eso sí, bien preparada y que obviamente fueron las exitosas.

Tras el tanteo, me dejé llevar a la parte trasera de la zona de cruising, un rellano donde comenzaban unas escaleras de bajada (y creo que salida de emergencia) donde arrodillado me dió de mamar.
Allí, aunque poca, si había suficiente luz para ver perfectamente a las cinco o seis personas que pudieran haber.

Fue la primera vez que lo hacía en público bien visible, con perfecta posibilidad que alguien me reconociera, y aquí el primer detalle de mi desinhibición, y para sorpresa mía, el tío me dió de mamar de las otras pollas que por allí se ofrecían, segundo detalle de mi "desmadre", ya que también era la primera ocasión que mamaba varias pollas a la vez, alternativamente, en el mismo momento.
La adrenalina pugnaba por vencer al alcohol en mis venas.

Al poco me hallaba dentro de su coche gris metálico, único detalle que recuerdo al respecto, camino de su casa, en Gavà, una población del Baix Llobregat a unos pocos kilómetros de Barcelona.
Y lo hacía con naturalidad, como si eso fuera lo habitual, cuando era y es totalmente lo contrario.

Pero cuando llegué, tuve un brusco golpe de conciencia.
No me alertó mi falta de pudor y vergüenza en comerle el rabo y a varios tíos en la tenue, pero luz al fin y al cabo, de la disco.
Ni me falta de prejuicio al acceder a irme a su casa, sin conocer exactamente donde era, excepto la población, ni la conversación amable pero extraña que mantuvimos en el coche, sobre gustos, temores y confianzas.
Ni llegar a altísimas horas de la noche, en la que hasta los gatos duermen, en medio de la soledad y oscuridad de las calles, sin encontrarte con nadie, ni sin que nadie más me viera.

Fue al estar en medio del salón de su casa que me dí cuenta.
Me había metido en la boca del lobo.
Yo solito.



Comentarios

  1. No nos puedes dejar así todo el finde perro!!! Te ha quedado la entrada muy bien, con su toque literario... Pero ese final... jajajaja Sólo espero que aquella noche no te pasara nada grave...

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    1. Es que aún no he acabado la última parte.
      Espero acabarla este finde, a ver si el lunes puedo subirla ;-)

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  2. Bueno sabemos que sigues entero y no te troceó para comerte je je ... Pero cuenta !! No nos dejes así ....

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  3. Pero si eso es casi un sueño de un buen perraco, jajajaja. A ver cómo continúa la historia en la lobera.

    Bicos ricos

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    1. Sí, si. Tanta desinhibición y actividad pública es un sueño para un buen perraco. Para mi, por aquel entonces era un sueño convertido en realidad, pues no me imagina capaz de hacer esas cosillas en público ni aún bajo ciertos efectos del alcohol por lo tímido, recatado y cortado que era. Bueno, en cierta manera y puntualmente lo sigo siendo, jejeje...
      Pero un sueño tanto se puede convertir en realidad, como en pesadilla.
      Grazas polos seus bicos ;-)

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  4. Digo lo mismo que mis compañeros precedentes. Me gustaría saber como terminó todo.
    Espero que bien. Lo que cuentas es excitante....!
    Manel

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    1. Inseguridad, miedo, dolor y moratones.
      Y lo que terminó, acabó aquella noche.
      No hubo segundas partes

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  5. Joer, un lindo perrito en la madriguera de un salvaje lobo, miedo me da.

    Ya x hoy dejo de leer, quiero mantener la intriga de varios días a la espera de leer la segunda parte.

    Sospecho que pueda ser que el tío quiera relaciones BDSM muy dirás y te haya forzado a cosas que tuviste que huir, no sé, a ver si el próximo lunes noche sigo.....

    (La parte de la disco un morbazo increíble, "perro en estado puro).
    BCN1972

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  6. Venga, pues x fin hoy voy a leer que es lo que te pasó.....tengo ganas tremendas....... 🧐

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