Empacho de pollas (O casi).




La simple necesidad de comprar lubricante fue lo me decidió ir en primer lugar al sex shop El Sofá, en lugar de comenzar por la sauna.
En la web Rollo XY, foro de cruising de la Comunitat Valenciana y Murcia, había dejado escrito que, muy posiblemente, acudiría al sexshop entre las 16.00 h. y las 21.00 h., con lo cual, siendo así las 17.00 h. entraba dentro del margen.
Realmente no sé para que me molesto en dejar este tipo de anuncios, ya sea en este tipo de foros o en el facebook porque jamás ha dado la casualidad que me haya encontrado con alguien que, habiéndolo leído, haya acudido.
Pero bueno, siempre está el por si acaso. 

Me sorprendió gratamente encontrar unas 10 personas, algunos de los cuales se fueron renovando en el transcurso del ratillo que allí estuve, e incluso de últimas vi a una tía que algo hizo con su acompañante en un rincón oscuro y discreto del local. Más no sé, pues eso sucedió cuando ya me iba.
Diría que había más personal que cualquiera de los día del año pasado en el que, curiosamente también fue mi primera visita de mi estancia vacacional.
Aunque tampoco resulta tan extraño pues por la tarde poca cosa hay abierta.

Nada más entrar, un tipo larguirucho, en su larga cuarentena, ni corto ni perezoso, como debe ser en estos sitios, pues para eso se va, tras escanearme con mirada, se sentó en unos de los sofas del cuarto de videos gay, y se sacó la polla, claramente ofreciéndomela.

Empezaba bien, primer lugar, primer cruce de miradas y toma polla !.

No me andé con prejuicios ni  mogijaterías.
Si con descaro me la ofrecía, con descaro se la comería.

Hay que decir que su tiesa y larga polla también estaba en consonancia y proporción con su dueño.

Y así, primero medio tumbado, y tras un par de acomodes por su parte, acabé con los pantalones bajados y arrodillado en el suelo, para zamparme aquel pollón con mayor comodidad.
Un señor mayor, desde el sofa delantero, no perdía detalle de la comida en 3D que a la vista se le ofrecía, pasando del video pantallil.

Cuando todo parecía preparado para recibir una húmeda recompensa, se guardó el rifle, se levantó y marchó.
Igual ya estaba preparado para descargar con la parienta,- pensé.

Entre el personal de aquella tarde había un par de señores mayores, un tío joven y buenorro, otro guapetón sobre la treintena y el resto estaría sobre los cuarenta años, en general, más o menos bien.
No era un congreso de juventud y belleza, como parezca que tenga que ser, por obligación, los locales que minimamente huelan a gay, ni un club de jubilados como parezca que tenga que ser los cines que huelan a algo sexual.  

Y excepto uno que tenía la polla que asomaba tímidamente por su bragueta, mientras se la toqueteaba sin mucha pasión ni aparentente ganas de excitar al personal, y otro que hacia lo mismo, pero por sobre del pantalón, los demás tenían una actitud bastante de heteroreprimido, de un te como con la mirada, pero no muevo ni las pestañas no vaya a ser que se me note.

Claro, y así, uno no sabe muy bien como actuar.
Y ante estas situaciones, sólo hay una cosa clara.
Pretender que te vengan detrás es como harto muy difícil, y si haces contacto con alguien, será con el mínimo roce e implicación posible por su parte, no vaya a ser que les guste y se animen.
Pero casi siempre acabarán estando dispuestos a dar polla.

Y como combinar esa conjunción de actitudes contradictorias de querer, pero no querer, de poder, pero no atreverse.

Alguno acaba pajeando a otro sin dejar de mirar la peli hetero porno del video de la sala en cuestión, otro de pie detrás del mostrador con cara de poker, esperando que alguien se meta debajo y se la mame, como así ocurrió, fuera de la mirada de terceros, y otros esperan que haya alguien en la cabina de los glory holes para meter la polla por alguno de los agujeros disponibles, donde la fricción se reduce exclusivamente al punto de placer expuesto, sin comprometer otras partes del cuerpo, sin cruce de miradas y arrebatando la posibilidad de sensuales roces con las manos.

Y así, el que escribe, conociendo el percal y cansado a veces de estas tonterías y pajas mentales ajenas, se fue para la cabina, donde sin llegar a cerrar la puerta, se desprendió de la mochila y la camisa, y bajándose los pantalones cortos y quedándose con el calvito al aire, se puso en cuclillas a esperar que alguna linda verga asomara por aquellos agujeros de la gloria.

Y no tardaron a desfilar, como así estaba escrito, cuatro hermosos pollones, que casi seguidos sin apenas tiempos de demora entre ellas, como si hubieran estando esperando el turno correspondiente.

Engrandecen y hacen aumentar el tamaño de las pollas los glory holes?

Porque sólo una de las cuatro, la del treintañero guapetón entraba en la categoría de tamaño estandard, la cuál pude luego saborear con más tiento dentro de la cabina, pues después de la mamada inicial, se atrevió a entrar.
Dos de las otras eran realmente pollones, pasivos pero pollones. Asomaban por el orificio y quietas se quedaban para ser debidamente mamadas por un servidor.
Y la última que me tocó mamar, entraba en la categoría de pollones tipo A, aquellas que te obligan a abrir al máximo la boca, en la que apenas entra la punta del capullo y te disloca la mandíbula como se les ocurra follartela.
Y esta era una de ellas, activa, pero afortunadamente, el tabique del glory hole limitó notablemente daños colaterales.
Incluso llegué a correrme mientras comía una de ellas, no recuerdo cual.

Comenzaba a estar empachado de pollas, cuando menos, saciado por aquella tarde.
Y sí, eso puede ocurrir, como alguién me preguntó un día por el face.
Esto no habian sido cuatro choricillos comidos con pausas en una hora, sino cuatro grandes bratwurst zampados en apenas media hora.

Mientras me vestía y recogía mi mochila acabó entrando un tipo morboso con cadenita en el cuello con el que hubo algún tocamiento, pero ya no estaba por la labor.

- Has triunfado, eh?-, comentó el guapo treintañero de la polla standard, al cruzármelo en el pasillo poco después de salir de la cabina.
- Sólo han sido 5 pollas-, le contesté, advirtiendo cierta expresión de asombro al pronunciar la palabra "sólo".
- Claro, que dicho así suena un poco raro-, proseguí como para justificarme.  
-Quiero decir que no las he exprimido hasta el final, (cosa totalmente cierta, ya que ninguna se había corrido) y que ha habido más pasión y dedicación en unas que en otras. (cosa inevitable, pues simple hay algunas que gustan más).

Intentaba justificarme con aquella explicación para hacerle ver que el número no importa para lo que el llamaba triunfar, acordándome de otra ocasión en que uno se le ocurrió preguntarme cuantas pollas me había comido aquella tarde, y salió literalmente corriendo cuando se lo dije.

- Me has cortado el rollo-, dijo aquel tío para justificarse, aunque luego, al rato, volvió tras de mí.  

Después de un par de paseillos, decidí marcharme a la sauna a descansar de aquel inesperado inicio de vacaciones.

Porque realmente quería descansar... pero no fué del todo así.



Comentarios

  1. Vamos que te pusiste morado de pollas en una tarde hambrienta... Bueno el detalle del foro Rollo Xy, buena parte de mis comienzos en el cruising se dieron gracias a ese foro, en una versión web y con un dominio que ahora es distinto, pero igualmente efectivo ;)

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    1. Pues si.
      Quedé un tanto saciado. Supongo que fue por eso que, todo eran pollones y en muy poco rato.Y la tarde acababa de comenzar...

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