Dos tardes de verano en la sauna Nova Bruc




No hay nada como al entrar en una sauna y ver, ya en los vestuarios, al tipo de hombre con el que te lo montarías sin pensarlo dos veces.
Y nada tan decepcionante que darte cuenta que ya se está vistiendo para marcharse.

- Se lo habrá pasado bien?, Quién habrá sido el afortunado de haberlo compartido?,- pensé mientras me desvestía,

Ya una vez dentro del local, ya en la zona de recreo y relax, pude comprobar que el ambiente no estaba como para tirar cohetes.
Excesiva madurez y poca mediana edad, por no decir que yo sólo.
No es lo habitual, pues normalmente anda compensado.

Sin embargo, sí había un tío más joven que yo.
Sólo uno, eso sí, joven de veinte y pocos años, algo también muy poco habitual, que deslumbraba aquel día en la sauna.
Joven, delgado, de piernitas ligeramente peludas, se liaba en el cuarto junto al minicine con señores más mayores y desaliñados; sin vergüenza ni reparo alguno, comiendo todo rabo que pillaba, y dando de comer e invitando a otros que se acercaban.

Aunque no pensaba que tuviera oportunidad  ninguna con aquel chaval jovencito, pues cada uno tiene sus gustos, no por ello dejé de acercarme.
Y me pilló y mamó, aunque por muy poco rato, ya me hacía daño.
Cambiamos y me puse a mamar su polla, delgada y de tamaño estandar.
Pero aquello no cuajaba, no sé si por exceso de calor o por la senectud circundante, pero acabé yéndome, agobiado y un tanto frustado.

Me fui.
Hacía tanto calor en la sauna, como en la calle.

Es lo que tiene el verano, que hace tanto calor que, a priori no apetece ir a pasar más en una sauna.
Tal vez por eso, en mi caso, no encuentro demasiado ambiente en ellas, las veces que se me ha ocurrido ir en pleno estío.
La gente deber preferir pasar el calor en la playa o en su casa, en la comodidad de sus aires acondicionados.
Aunque un chapuzón en la piscina, un burbujeo en el jacuzzi, unas cuantas duchas y una cerveza en el bar, hace que uno salga bien fresco, tonificado y relajado.
Hay que tener en cuenta, que el contraste entre el interior y el exterior en mucho menor que en invierno, por el que el efecto al salir es menos traumático.

De la segunda vez que me dejé caer por una sauna este verano, concretamente ya tirando a finales de agosto, sólo tengo dos recuerdos.

El primero fue que me interceptaron nada más salir de la ducha , al entrar por primera vez en la sauna de vapor, y que estuve mamando una deliciosa polla, un buen rato.
Por la prontitud, pensé que aquella iba a ser sólo el aperitivo de un buen banquete, pero nada más alejado de la realidad.
Al salir me dí de bruces con la realidad. Escaco ambiente, y el poco que había, pasando de mí.

El segundo recuerdo fue que en una de las ocasiones que estaba en la sauna de vapor, vi a contraluz la figura de un tipo interesante, del cual no me había percatado mientras estaba fuera.
Claramente más alto que yo, complexión normal, en tanto que ni gordo ni delgado, peludito y con barba, se apoyaba relajadamente en la pared, sin hacer ningún tipo de gesto sospechoso de alguna intencionalidad lasciva.

Desde el banco de obra donde me hallaba sentado, por otro lado cosa extraña en mí, se me antojaba muy interesante y guapo.
Claro que, como se suele decir, todos los gatos son pardos en la oscuridad.
Dicho que sirve perfectamente para los hombres entre vapores penumbrosos.
-No le voy a molestar-, pensé, mientras observaba la silueta recortada de su verga, relajada y morcillona, que sobresalía ganchudamente de su entrepierna.

A veces, en la mera contemplación de una bella estampa, también se puede encontrar un tranquilo placer reconfortante.

Me quedé ensimismado en mis pensamientos.

Absorto, no me di cuenta cuando desapareció, o si fui yo si salí primero.
Lo curioso es que fuera no lo ví en ningún momento, y de nuevo me percaté del mocetón, cuando de nuevo en la sauna de vapor, ví que, de nuevo entraba al poco de entrar yo, y se situaba en el mismo lugar y misma pose que anteriormente.

- Tal vez él si me viera y fuera el que me siguiera?,- medité unos instantes.

Al salir, roce su pezón y acaricié suavemente su peludo pecho.
Y con la misma suavidad, con un gesto de su mano apartó la mía y una gentil y varonil voz dijo:

- Ahora no. Estoy de relax.
- Ah, vale, disculpa,- le contesté.

Mientras cabizbajo me iba, replicó:

- Tienes un cuerpo muy bonito.
- Gracias,- le contesté, incrédulo y en parte sorprendido de esa amabilidad, por otro lado, y en ese momento innecesaria, pero a la vez reconfortante.

Me fui.
Aquel día, también hacía tanto calor en la sauna, como en la calle.

Esta anécdota con el mocetón posiblemente se me hubiera borrado de la cabeza diez minutos más tarde de salir, si no fuera por lo que casi nada ocurrió en la sauna y lo ocurrió después.

Un par o tres de horas más tarde chateaba con un FeisAmigo, el cual no conocía en persona.
Nos sorprendimos al comentar que habíamos coincidido un rato en la sauna aquella misma tarde.
Cuando yo me iba, él hacía apenas media hora que había llegado.

- Si, el primer rato lo pasé bruckeando (disfrutando de las instalaciones, piscina, jacuzzi, sauna), me comentó.
- Luego, ya relajado...-, continuó explicando.
- Excepto una sabrosa polla muy al principio de entrar, no ocurrió nada,- le comenté, cosa totalmente cierta.
- Que pena no habernos visto!, concluimos ambos.

No sé realmente si nos hubieramos reconocido.
De él he visto fotos, y recuerdo haberle pasado una mía muy al principio de contactar por el facebook, pero una cosa es eso, y otro reconocerse, pues doy fe, y seguramente muchos de vosotros también, que no siempre es así, a pesar de las fotos.

Pero no fué hasta bien entrada la noche, ya en cama, cuando caí en la cuenta, que aquel amable mocetón bien podría haber sido él.

Nunca le pregunté por ello.
No creí, en días posteriores, se acordara de aquellos segundos.
No tenía porque recordarlos.



Comentarios

  1. Interesante post e interesante reflexión. .. es mejor continuar con el anonimato en esa situación? O haber roto el se muro invisible de feis... y conocerse...disfrutar juntos de esa "amistad" ya conocida o disfrutar del morboso anonimato. .. yo sinceramente disfruto con el morbo de ir descubriendo a algunos " feisamigos" poco a poco allá donde voy pienso si este o aquel es " fulanito de tal" o podria serlo pero tb he de decir que crear un vínculo más allá del feis sin anonimato es interesante. A ti te conocemos por trocitos..pequeñas partes de tu cuerpo que de vez en cuando te atreves a mostrar y con ello construimos un "perro bcn" diferente cada uno..a mi me mola jugar a montar el puzzle pero tb me interesaria conocer el puzzle acabado para poner cara y cuerpo a ese protagonista del blog que me tiene enganchado... seguro que hemos coincidido en algunos lugares y hasta nos habremos duchado a la vez en la misma sauna (eso tiene su gracia)
    Sigue así que molan tus escritos y hoy me has hecho reflexionar sobre ese anonimato...morboso .gracias nen

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En este caso, saber si fue o no fue no lleva a nada.En encuentro duro que lo dura el leer las tres frases que nos intercambiamos, y además se produjo en la sauna de vapor en un momento que solo se veían contornos. Nada definido, más que formas y volumenes.
      Lo del anonimato tiene una ventaja, aparte de la de preservar la intimidad de uno ante terceros desconocidos, está en poder llegar a mantener cierta objetividad y distancia sobre lo que escribo o quien escribo.
      A fecha de hoy, nunca he reconocido en encuentro casual a nadie del feis en los lugares que frecuento. Y en caso de producirse no se que haría.
      Bueno, si fuera uno de los más "feisamigos" sí me daría a conocer.
      Y de hecho, si que he llegado a conocer a alguno de ellos, pero no por encuentro casual, sino porque expresamente hemos querido conocernos y sobretodo, hemos podido encontrar ese momento de tiempo común para hacerlo.

      Eliminar
  2. La amabilidad y el relax es algo que se puede practicar simultáneamente.

    Hay ángeles amables entre nosotros. Me consta que uno de ellos, cuando está en los vapores... nunca sexea. Se queda como quieto, inmovil y respirando lento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Doy fe que existen los ángeles y están entre nosotros ;-)

      Eliminar
  3. Con el buen rollo por delante y las cosas claras, como debe ser. Creo que no podría haberme resistido a preguntar a mi feisamigo por la anécdota de la sauna, son dudas que al final acaban dando vueltas a tu cabeza, pero decidiste no preguntar y quedarte con la incógnita, quizá pensando que él no se acordaría...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es lo que comentaba, que encontré la coincidencia muy a toro pasado. Horas después de incluso haber tenido esa conversación.
      El "encuentro" fue tan breve como un instante. Y las condiciones de visibilidad eran precarias en tanto que sólo se intuían formas y volumen.
      Saber a ciencia cierta si fue o no fue no me soluciona nada. Bien, sólo la incógnita, jejeje...
      Sabes lo que pasa?. Si le hubiera preguntado a la siguiente vez, y me dice que no fue él, perdería la ilusión de creer que lo he tenido tan cerca. ;-)

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares