Líos carnales en la sauna Bruc




Aquel día tenia unas ganas locas de ser enculado.
Así de claro.
No suele ser lo habitual, pues normalmente acudo sin mayor perspectiva del ver que surge o con ganas de comer algún buen rabo..
También, una minoría de veces, todo hay que decirlo, voy simplemente por rutina.

Quería llegar y tras una ducha rápida ir hacia el cuarto del sling, subirme, espatarrarme y esperar a un buen samaritano que me follara.

Así tal cual nunca lo he hecho nunca en ningún sitio.
Y cuando me he llegado a subir a un sling ha sido siempre después de un buen rato de deambular por el local en cuestión y superar mis temores.

Y una vez tumbado sobre el sling, no siempre sucede lo que uno quiere.
En mi experiencia, y por decir algo, siendo optimista estaría en un  40-50% de bajar satisfecho del mismo.

Francamente tenía mis serias dudas que consiguiera algo, a pesar que, un par de semanas antes, si consiguiera un discreto polvete en el mismo sling.

Y tras la ducha, lo que hice fue... meterme en la sauna de vapor.

Justo enfrente de la puerta, tres tíos, altos, en fila uno al lado del otro hacía imaginar que detrás algún perraco arrodillado se estaba agenciando de las tres armas que debían bien lucir.
Dos tíos  más bajitos, detrás, intentaban meterse para ver o participar de aquello que allí estuviera ocurriendo, y uno más, sentado junto a ellos en el banco de obra, intentando echar boca, que no podia y a ratos lamiendo el culo, o intentándolo a uno de los que estaba más cerca del de pie.
Yo intentando ver... nada, pues había demasiada carne que superar, me senté al lado del ya sentado, sin más intención que ver como aquello se desarrollaba... desde fuera.

Finalmente, uno de los de pie de la segunda fila, al ver frustrados sus intentos de entrometerse vino a mí, y me dió de mamar, así sin más, su desatentido e inquieto pollón.
Al principio se puso delante, y luego ya de lado, dejándome ver a la luz de la puerta cuando se abria, para que alguien, de vernos y apetecerle, se nos uniera.
Pero al no resultar como pretendía, me dejó de nuevo allí, sólo.

Entretanto, la pared humana había desaparecido y yo me quedé con las ganas de saber que había estado pasando.
Me levanté, me acerqué a uno que había quedado esperando polla, me agarró y pajeo un poco, pero se quedaba en eso, y eso no era lo que yo queria... y me fui.

Di vueltas, el pequeño cuarto oscuro vacio todo el rato.

Me fui al sexroom.
Me tumbé en el mismo canto que días atrás donde estrené la instalacion (Post "Saunas de diciembre (El estreno de la Big Sex Room)"),  y no tardó en acercárseme un tipo de buenas dimensiones, pero edad desconocida, ofreciéndome un tremendo pollón y un par de enormes huevos que taparon mi visión, escasa ya de por si en el lugar, durante todo el rato.
La polla entraba y salia de mi boca rítmicamente, y al mismo tiempo, sus huevacos rebotaban en mis ojos cerrados con la misma cadencia.
Hasta que le dió por parar y se retiró.

Me fui a dar varias vueltas, y de paso refrescarme la cara.
Aún con la imperiosa necesidad de alimentar mi culo, seguía la indecisión de subirme al sling.

Volví al big sex room.
Al momento de entrar no había nadie, aunque un tipo de mediana edad, poco vello y larga polla, como al cabo de unos segundos comprobaría, me seguía.
Aunque no se le veía demasiado participativo, el buen calibre de su arma me quitaba de tonterías.
Se dejaba mamar, simplemente, apoyando sus manos en mi cabeza, sin llegar a marcar ritmos.
Duro un buen rato, mientras otros tipos se animaban a entrar y con la visión del espectáculo se animaban entre ellos, o no...

Cuando acabó corriéndose, por desgracia, en el suelo comprobé que, dos tíos en situación acaramelada se habían colocado en el lado opuesto de la gran cama.
Uno era joven de melena rizada y el otro un osete, joven también, más bajito y barriga pronunciada. Una pareja sumamente erótica.
Tres de personas pululaban alrededor, entre ellas un viejete follador que intentó montárselo conmigo, y tal vez lo hubiera conseguido de no ser porque el susodicho osete, al ver que había acabado con mi mamada, se acercó llevándose consigo al melenas, para donde estaba yo y ponerse a tiro mío.

Entendí sus intenciones y no le defraudé.

Me arrimé a ellos y mientras palpaba los bajos de uno, me puse a lamer los pezones del otro.
Un efluvio de poppers llegó a mi olfato.
El Osete me estaba ofreciendo, y aunque no sentía ninguna necesidad, esnifé un poco, al igual que hizo el melenas.
Me agaché para mamar aquellas dos pollas, que no pollones, y en apenas dos churrupaditas, ambos se escurrieron como si les fuera la vida en ello.
-Que poco me duran los hombres !-, pensé, entre frustrado y divertido, no sabiendo muy bien en que proporción de cada.

Al recuperar la postura y la compostura, ví como el viejete se acaba de liar con un tipo bajito, uno que anteriormente ya me había echado algunas miraditas golosas.
Cuando digo liar, me refiero a que se lo estaba ya follando a cuatro patas sobre la cama, y un tercero, alto y tiarrón intentaba hacer bajar al follado chiquitín... que no llegaba.
Me situé a su lado con esa terrible necesidad de sustituirle. De ser yo el follado, que al fin y al cabo, era la urgencia que sentía durante todo aquel día y razón por la cual había acudido a la sauna aquella tarde.

Bien, ir hubiera ido igualmente, pero así como la mayoría de las veces voy a lo que surja, otras tengo la imperiosa necesidad de mamar y en esta ocasión tenía el ansía de ser follado.

El viejete comenzó a palparme el culo, y el follado al verme a su lado, desistió de intentar mamar al tiarrón, que tampoco hacía mucho esfuerzo por situarse a la altura de su boca y facilitarle la mamada, se medio giró hacía mí, en la medida de sus posibilidades en busca que fuera yo quien le rellenara la boca.

Así que me subí de rodillas sobre la cama, acercándome a él para satisfacerle.
Entre la postura forzada y el entusiasmo mamativo que le puso, dejó de prestar debida atención al viejete que se lo follaba, y este, desistió.

Con el culo liberado, se posicionó en mejor postura y liberándose de la postura a cuatro patas, y con las manos libres, aprovechó para con una ir metiéndome su dedo en mil ojete.
El viejete no dudó en intentar follarme.
Se me situó detrás, con la polla bien tiesa y claras intenciones, pero la sobreestimulación a la que estaba sometido por parte del chiquitín que me mamaba y metía el dedo en el culo, más una mano anónima que me pezoneaba y la excitación que me producía el saberme pronto follado, hizo que finalmente esto no ocurriera y esparcí toda mi leche acumulada de la tarde en un gran charco sobre la cama, que segundos después, limpiaría primorosamente.

Una tarde de sexo y mucho morbo, pero en la que me fuí sin conseguir lo que realmente ansiaba.
Una polla que me enculara.

Que dífícil son las cosas a veces, leches !



Comentarios

  1. Es la historia eterna, ir a por una cosa y salir con tres pero no con aquella por la que ibas.
    Sin duda tienes suficiente filosofía de la vida como para aprovechar el lado positivo de lo que viviste y gozaste, aunque a veces saquemos la conclusión de que las cosas son más difíciles de lo que debieran ser.
    Pero todo eso que te llevaste, algunos no obtenemos ni la décima parte! Ya ves, siempre hay alguno que está peor que tú!

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    1. Siempre intento sacar lo bueno de una situación adversa.
      Aunque en este caso no se puede decir adversa, solo diferente a mis expectativas, que tal vez hubieran cambiado si me hubiera subido al sling... digo yo.

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  2. Tu visita a la sauna fuieste pensando una cosa y acabó como en un día de compras, jejejejeje... Perrete quiero comerte el rábico, jugar con tus huevos, lamerte tus pezones y meter en tu ojete mis dedicos, tu y yo solo.Perrete para mi solo!!!!

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    1. Ya ves...No obstante no lo pasé mal, eh? ;-)
      Tus deseos serán cumplidos, ya lo sabes.

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  3. Me parece curioso lo del sling, en verdad solo un 50% de los que suben consiguen que los follen. Yo pensaba que era un porcentaje menor, porque siempre he visto que había gente follando allí, o fisteando (mayormente es para lo que lo uso yo). Por otro lado yo también a veces me tumbo en el sling, es como estar en una hamaca, y si subes los pies y hay un sumiso comiéndotelos o masajeándotelos... uff ya no se puede pedir mas.

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    1. Bueno... yo no he dicho que en un 40/50% me follan, sino bajar satisfecho, o sea, que al menos ocurre algo interesante, no necesariamente follar, jejeje... aunque la intención es esa.
      Lo bueno que tiene los slings es que no consigues nada, por lo menos descansas :-)

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  4. Pasivo Psicótico11 de julio de 2016, 0:23

    Tengo muy buenos recuerdos de las veces, hace ya muchos años, que me han "columpiado" en un sling...
    Aunque no consiguieras una satisfactoria sodomización por lo que he leído tuviste una muy buena tarde.
    Mañana tengo intención de pasarme por el Erótixx, sino hasta septiembre no tendré un día otro libre para poder ir a "coquetear", espero tener suerte y llenarme bien al menos la boca...
    Abrazos y besos.

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    1. A ver si tienes suerte y luego me lo cuentas ;-)
      Gracias por comentar, guapo

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  5. Como siempre excelente relato, que me ha puesto muy cachondo....un saludo. DDV

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    1. Gracias Días por seguir asomando la cabecita por aquí, leer y comentar ;-)

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