Comenzó la noche... en el Free Eagle. (Primera parte) Primeras sorpresas.




Y llegó la primera noche.

¿Por donde comenzar?
Decidirlo no resultó ser una tarea demasiado dificil, aún cuando había tantos sitios para elegir.
De la información tranquilamente obtenida días antes, habia elegido un puñado de lugares que quería conocer, como ya mencionaba en el post "Torremolinos 1997, el comienzo del viaje",  y que aparte de una visita al menos a cada una de las tres saunas de la ciudad: Apolo Sauna Cabaret, la Terma Sauna Miguel y Sauna Atlas, los locales nocturnos elegidos iban a ser: Free Eagle, Men's, The Factory, Quelle y Qüero.
Solo todos ellos, sólo conocia el Men's, pero de veinte años atrás, y como criterio para empezar la noche, elegí el Free Eagle, simplemente porque era el primero que abría, desde las ¡18.00 horas!.
Todo un lujo.

No obstante, cuando entre en el Free Eagle sería sobre las 10 de la noche, una hora que considero adecuada para empezar el circuito de visitas nocturnas.

En el Free Eagle

El local pequeño es pequeño, pero en dos plantas, el bar a pie de calle, barra, rincón de copas, vídeo porno, un camastro a pie de pantalla, supongo que para imitadores en 3D de lo acontezca en la pantalla, y unas escaleras detrás del mostrador que bajan a la zona de cruising, donde lo primero que uno se encuentra son los lavabos, un primer pasillo corto con un monitor de vídeo que ilumina la estancia y la siguiente donde hay una mesa para dejar las copas y botellas, una camilla de las utilizadas para masajes, pero aquí usada para otros fines, y una tercera estancia donde se ubica un sling y un acceso a otra pequeño cuarto que me quedé con la duda de que había detrás.

Cuando bajé por primera vez a la zona de cruising, habían dos tíos altotes morreándose en la zona más oscura.
Yo me quedé en la zona del vídeo, observándoles en la distancia.
Me sorprendió como segundos más tarde, dos tíos llegaban y delante mio se ponían a mamársela mutuamente, sin el mayor recato ni vergüenza.
- Olé, así me gusta! - pensé.
Más tarde también vería, esta vez ya junto a la barra del bar, como un tío se la mamaba a otro sentado en un taburete, a la vista de todos, pero todo hay que decir que fue una cosa puntual que no volví a ver allí en esos días.

Estos dos enseguida invitaron a otro que tras ellos llegó al cabo de un par de minutos, pero apenas si participó de algún tocamiento.
Luego, a una señal, me incorporé yo, vino uno y se fue otro.
Minutos más tarde, después de algún que otro manoseo, les dejé, y pasé a la zona mas oscura, donde me uní a otros toqueteos de varios tipos que allí se habían congregado.
Mis pantalones cortos enseguida se vinieron abajo, mientras miraba como uno se follaba a otro apoyado en la camilla de masajes.
Un tío de aspecto latino, recio, de polla pequeña se lió con otro mas alto que se lo acabó follando.
Yo mamé la polla del latino, pero no me motivaba, luego de un pollón de un otro extranjero alto y delgado..
Todo ello entre alguna que otra tocada de culo y cositas varias a la penumbra, entre dos a tres tíos, variando alternativamente con uno u otros, y viceversa.
La cosa fluía muy relajadamente, sin forzamientos, ni feos desplantes, .
El juego duró un ratillo, pero no pasaba de allí. Los dos folleteos habían sido muy breves y no habían tenido continuación.
Cuando me cansé, y tras salir del lavabo para refrescarme un poco, un tio algo más bajito que yo, al que llamaré Juan de aquí en adelante, que estaba justo sentado en un taburete enfrente de la puerta, me entró casi se diría que a bocajarro:

- ¿A ver como tenemos estos pezones guapos que antes he visto?- me preguntó, a la vez que, directamente me comenzaba a juguetear con mis pezones por encima de la camiseta.
- Qué atrevido- pensé, mientras me dejaba tocar, calentándome de buena manera cuando ya no me lo esperaba, ya que mi intención ya era la de irme. No me sonaba haberlo visto entre las penumbras del sótano, pero por lo visto él si se había fijado... en mis pezones.
- ¿Te gusta follar?- me preguntó después de habernos mamado mutuamente allí mismo en el pasillo.
- No, prefiero que me follen - le contesté.
- Ven, sígueme- dijo, y entramos en el lavabo.

Allí, con la puerta cerrada y algo más de intimidad se me puso a mamar la polla más animosamente.

- Te voy a follar !- sentenció, y sin esperar un asentimiento por mi parte, se sacó un condón, se lo colocó en un periquete, me hizo dar la vuelta e inclinarme hacia adelante y me la metió sin más.

Valga decir que la polla era de tamaño más bien discreto, de ahí que, a pesar de no lubricarme y de mucho tiempo sin ser perforado, tampoco me costara un sobreesfuerzo y una pizca de dolor, que se superó con las primeras y rápidas embestidas que me propinó, siempre seguidas de una más brusca, seca y contundente.
Era su peculiar ritmo.

Obviamente, el tío me hizo correr, ya que a la vez que me follaba el culete, también desde atrás, cuando dejaba de sujetarme las nalgas, seguía jugueteando con mis tetillas.

- Pues que suerte la mía !, le dije todo contento- ya has visto que me estaba yendo.

Intercambiamos cuatro palabras más y nos despedimos sin ni siquiera decirnos nuestros nombres.
No hubiera sido necesario de no ser que a "Juan" me lo volvería a encontrar esa misma noche, en otro local, y en otras noches que estaban por venir.


( continuará)


Comentarios

  1. Mmmm Quien tuviera un Juan al lado. Relato minucioso,muy descriptivo,rápidamente el lector visualiza el ambiente de ese local. Como todos tus relatos son calientes, húmedos.... Sigue así Perrete

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    1. Pues intento no ser pesado con las descripciones de los locales.
      Solo cuatro pinceladas para que uno se haga a la idea.
      Gracias por comentar y por estar ahí :-*

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  2. ¡Qué decir!
    A uno se le acaban las frases para comentar pero, resumiendo, sana envidia por esos ratos y ganas de haber estado allí, aunque hubiera sido solamente de mirón que supongo que no te importa ;-).

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    1. Para nada me molestan los mirones, es más, si colaboran con un roce, un toque, un apretón o lo que sea, normalmente para mi son más que bienvenidos.
      Muchas gracias por comentar :-)

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  3. Vaya, con ese lujo de detalles uno puede conocer como es el local por dentro. Como te comenté, no conozco la noche de Torremolinos. Me alegro que te lo hayas pasado tan bien!!

    Me ha echo gracia lo de "rabo discreto"... entiendo que también hay rabos indiscretos jaja.

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    1. Hubo de todo. Momentos que me lo pasé muy bien, momentos extraños que no sabía como estaba, momentos sorprendentes (experiencias nuevas o no tan nuevas pero inesperadas) y momentos aburridos.
      Pero en general, sí, me lo pasé bien.
      Jejeje... lo del rabo discreto me refería que visto lo que se ve, no era ni pequeña ni alcanzaba la categoría de pollón. Vamos que se podía disfrutar de ella sin mayores problemas de diversas maneras. ;-)
      Gracias por comentar.

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    2. Ah oks pensaba que te referías a pequeña (unos 10-12cm).
      Me alegro mucho que te lo pasases bien, mucho mejor de lo que hubiese pensado yo. Y lo que queda...

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  4. ¡Qué maravilla! Pues debo buscar algún tiempo y pasear algunos días por Torremolinos.

    Espero leer pronto el pròximo post.

    Besos

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    1. Ánimo y luego nos lo cuentas :-)
      Acabo de ver que has publicado un nuevo post. Voy para allá ya mismo a leerlo.
      Un beso.

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  5. ummm perrete me encanta!!
    soy jose

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    1. Gracias guapo
      Ya se que Jose eres, pues acabas de comentar en el feis ;-)

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