La última noche - I (Calentando motores)





No había salido por la tarde.
La mañana había transcurrido plácidamente, como todos los días anteriores, en la pequeña cala nudista de Benalnatura, disfrutando del sol y de las frías aguas que no invitaban mucho al baño.
La comida de mediodía me habia llenado mucho, al punto de tener que dejarme la mitad de los platos y la siesta que me había dado habia sido de antología.

Y aquella iba a ser la última noche.
La última noche que saliera, pues día aún tendría todo el domingo por delante antes de marcharme.

Para no romper con la rutina de aquellos días, mi primera visita por los locales nocturnos comenzó por el Free Eagle.
Pedí un Red Bull al camarero que me sirvió, un tipo de mediana edad y barba y pelo gris y blanco, tipo Daddy. Debía ser el dueño, que ya el primer día había visto allí.
Me daba la impresión que la media de edad de la gente que había en ese momento era inferior al del resto de la semana, cosa que ya me alegraba.

Entre otros, un par de extranjeros cuarentones sino más, algún señor tipo años 70, algún bear con posibilidades y mi latino follador de la primera noche.

Cuando bajé a la zona de cruising, esta estaba más oscura de lo habitual en los día anteriores, ya que sólo quedaba iluminada con la luz del monitor de video, ya que incluso la habitación del sling tenía la luz apagada.
Esto no supuso ningún contratiempo para liarme con un tipo con una polla para descoyuntar mandíbulas, no tanto por lo larga, sino básicamente por lo gorda.
Pero lo hice por entretenerme un rato, más que porque me gustara o quisiera algo más de él.
De hecho, rezaba para que no le vinieran ganas de follar.
- ¿Nos juntamos con esos?,- dijo, refieriéndose a una pareja que teniamos al lado, altitos y cierto aire extranjero.
- Vale- le contesté.
- Uy !, parece que no quieren- afirmó un tanto contrariado, antes de que yo llegara a involucrarme.
Aproveché la interrupción y el contratiempo, para dejarlo, y subir e irme.

El Men's no estaba todavía especialmente concurrido y el ambiente por la zona de cruising de la planta inferior tampoco.
Más bien pecaba de vacuidad y casi nula actividad.
Me resultaba extraño que siendo sábado noche no hubiera más movimiento más temprano que otros días.
Con todo, hice algún rechazo por mi parte, pues seguía sin sentirme especialmente cómodo en el cuarto oscuro del Men's, tal vez por una inconsciente añoranza de lo que pasó allí 20 años atrás.

El caso es que la noche no pintaba bien.
Casi nula acción, ni apenas morbo.
Pero a veces las situaciones dan un giro inesperado y espectacular, me decía a mi mismo.
¿Sería una de esas noches?

Sobre las 12.45 me fui para el Qüero.
Era la noche de sex & fetish, que si bien el camarero prefería que fuera solo fetish, así no llenaba, me comentó, por lo que conformaba con que, por lo menos eso si, la gente se quitara la camiseta.

Yo me quedé solo con las bambas y calzoncillos.
En bolingas ya me había quedado dos días atrás (Post: Primera visita al Qüero Men's Bar, previa follada, mamadas y otros quehaceres".
Me pedí la que sería mi segunda cerveza de la noche.

Dos tíos follando arriba, y uno paseando era todo lo que había de animación en el local a esa hora.
El chaval paseante era monillo, treintañero, delgado y sin vello, con alguna posibilidad de roce pensé, pero vi que estas desaparecían cuando en una de mis subidas a la zona de cruising del local, me lo encontré despatarrado sobre el sling. Estaba bien de cuerpio, sinceramente, pero no me apetecia follar.

Cuando al cabo de un rato volví a subir me lo cruce por el pasillo.
Nos tocamos y acariciamos el torso.
Tenía la piel como aceitosa,- ¡que tacto más curioso!- pensé.

Siempre pienso que los chicos guapos no son para mí, y pensé que como mucho, me tocaría los pezones o palparía polla para comprobar su dureza y consistencia, y seguiría, en cualquier caso, su camino.

Y cual fue mi sorpresa que, efectivamente tras palparme los bajos, se agachó para ponerse a mamarla y acabar de entonarla.

Segundos después, como siguiendo un guión que sólo sabía él, se levantó y me guió hasta el sling, sobre el cual se tumbó boca arriba, volvió a despatarrarse y ofreciéndome un condón invitó a follarle.

-Tierra trágame !-¿Y ahora que hago?, pensé.
Ciertamente que estaba más entonado y calentito gracias a la mamada.
- Si es lo que toca, allá vamos - me dije a mí mismo, si bien no lo acababa de ver muy claro.

No bien me hube puesto el preservativo que, al encarar mi cipote hacia su hambriento culo, comprobé que este no me llegaba al agujero deseado.
De puntillas, apenas me llegaba a la abertura, y me faltaba si acaso un par de dedos, para estar en disposición de poder meterla ( y sacarla ) sin problemas.

El intento resultó, pues, infructuoso.

- Lo siento, tío, no llegó -, me excusé, lamentando más aguar el deseo del chaval, que el hecho de quedarme yo sin follar.

No respondió, ni inmutó.

Ni corto ni perezoso, sin mediar palabra, y lejos de bajarse del sling, sacó aún no sé de donde, un guante de látex que me ofreció y al tiempo que se embadurnaba bien el ojete, me dijo:

- Métemelo !... Hasta el codo !

Casi me muero.

(Continuará)


Comentarios

  1. Y, acto seguido, aconteció el fragmento publicado en facebook, mmmmm..., espero impaciente para leerlo y disfrutarlo "in extenso" después de este genial ambiente preparatorio ...

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    1. A ver si no tardo mucho en publicar la segunda parte ;-)

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  2. Jaja el final me ha sorprendido a la vez que me ha descojonado, que bueno!!

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    1. Si, si...
      Pero te aseguro que yo no me reí cuando sin comerlo ni beberlo me encontré en cuestión de segundos ante aquel pANOrama, jeje ;-)

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  3. No tardes mucho en publicar la continuación. La gente está claro que sorprende un montón. El chico guapo con un torso aceitoso es muy juguetón, muy viciosilo...Solo imaginarmelo espatarrados con su ojete abierto y untado ya me calienta en esta mañana de un lunes de enero.
    Buen post

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  4. Joé, jeje, eso SÍ que es salir de fiesta y no lo que hago yo con mis amigos!! Sí señor, jeje.
    Espero a la siguiente y... lo de "hasta el codo" me ha encantado, jajaja.
    Saludos!!

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  5. Le dejaste con las ganas al caballo! mal perro jeje, tenias que haberle ayudado a terminar, y luego ya irte... encima de que te había buscado otras dos "victimas" mas ejeje

    Yo también me muero... haber puesto al chaval a cuatro patas debajo del sling (o haber mirado si podías regularlo con algún mosquetón). Y ahora que... hubo fist o no... supongo que habrá que esperar al próximo post

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    1. Pero las "victimas" no querían, y el caballo tampoco era muy domintante. De haber sido así, otro gallo hubiera cantado, jajaja
      Ni se me ocurrió lo del mosquetón. Bastante atacado estaba ya para pensar más.
      ¿Hubo fist o no hubo fist?... Como bien dice, la respuesta en el próximo post ;-)

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