El último día de la temporada





No me satisfacía en absoluto que la última visita de la temporada tuviera un recuerdo tan aburrido
Me negaba a ello, por lo que al día siguiente al frustrado encuentro con BearMan, saqué un poco de tiempo entre los planes de aquella tarde y volví a la sauna, en la que, por poco que fuera, seguro acabaría siendo un poco más interesante que la tarde del dia anterior.

 I "Déu n'hi do" la gente que había !.
Algunos de ellos ejemplares interesantes, pero como pasa en estos casos de abundancia, se hace más dificil el contactar

Para empezar la tarde me meti primero en la sauna de vapor, donde un tio, que entre la poca luz y el vapor imperante pensé que era negro, se la estaba comiendo a un tipo, este sí blanquito, sentado en los bancos de obra.
Luego pude precisar que, el negro en cuestión, tenía el tono de piel cobrizo oscuro, con rasgos del sudeste asiático.
Cuando este paró de comerle el rabo, comencé yo.
Tenía muy rica polla y me recree gustoso en ella, pero la dejé poco después que se añadiera otro.
Al menos así, no me daba la sensación de dejarlo abandonado y desatendido.

Entrar después en la Big Sex Room me costó mucha voluntad y un poco de fricción, empuje y manoseo.
Finalmente, una vez dentro y situado, tras algún sobeo a mi culo, acabé mamándosela a un tipo de buena polla pero poca disposición a nada más que dejarse hacer.
Esto a veces, me da mucho morbo, sin embargo en otras ocasiones, como la presente, me aburría solemnemente.
Al cabo de un rato le dejé, sin cargo de conciencia.


Por los pasillos un tipo en los treintena, se tocó el paquete mientras pasaba por delante
¿Era una clara muestra de invitación?. Normalmente suele serlo.

Poco más tarde supe que asi era, pues nada más entrar en la Big Sex Room me pilló por banda.
Estaba acechante justo a la derecha de la puerta de entrada.
Pezoneamos un rato, guiándome hacia una u otra de sus tetillas , toqueteé su larga y delgada polla, aún tumescente y me hizo bajar a mamarle para espabilarla.
Tras un buen rato de mamoneo, en el que nadie intervino con sobeos ni intentonas, tal vez porque quedábamos demasiado en medio de la entrada, me invitó a ir a uno de los cuartos.

-Vamos a un cuarto y te follo !- espetó, sin reparo alguno.

Normamente mi respuesta automáticamente suele ser 'no'.
Pero en este caso fue un claro y contundente 'si', ya que especificó exactamente para que coño queria ir, sin tener que necesitar de preguntarle.

Recogi la toalla, el paño y bolsita de condones y le segui.
-¿Tienes condones?- preguntó.
- Sí, claro.

- En el del sling !, Métete en el cuarto del sling !- intentaba transmitirle telepáticamente mis deseos.
Pero no funcionó, y se metió en el siguiente. El "Roma".

Y sus deseos, y los míos, se cumplieron, en tanto que, tras mamarle y ratillo, me folló.

Después de la ducha que le siguió, volví a la Big Sex Room con el hambre de un recién follado que siente su culo vacio y dilatado.

Entre toqueteos y un largo pezoneo con un tío que no me correspondía con nada, fui pasando el rato, hasta que también me cansé de este.
Él, sin duda, se lo estaba pasando en grande, pero era incapaz de interactuar.

Me quedé mirando a un tío que, sobre la cama, tenía el culo en pompa a modo de ofrenda para aquel que quisiera usarlo.
Me daba un morbo y sobretodo, una envidia tremenda, pues soy incapaz de ponerme así solo, pues temo estar demasiado expuesto a cualquiera y no poder controlar al follador de turno, siempre pensando en mi pobre y desvalido estrecho culete y en una descomunal verga de algún salvaje empotrador, que haberlos haylos, que si bien son muchas veces el objeto del deseo de muchos sumisos, del mío no.
Si no me cabe en la boca, no me lo meto en el culo!... Más o menos.

Y se lo follaron dos.

Por aquello de la cooperación y solidaridad entre sumisos y pasivos, me decidí yo también a hacerle un favor.
Obviamente entraba en mi baremo de culos follables.
Así que, saqué mi condón, me lo enfundé e intenté penetrarle.

Pero tenía el culo muy hacia arriba y poniéndome de puntillas sólo llegaba con la punta de capullo a la altura del ano, pero no tenía la inclinación adecuada para metérsela.
Y aunque yo intentaba bajarle un poco las caderas, el tío ni se inmutaba.
Al ver las dificultades, dos buenos samaritanos se pusieron a mi lado, a banda y banda, tanto para ayudarme en bajar ese culo, como para ver lo que allí fuera a pasar.

Al final, lo hizo el tio fue bajar de la colchoneta y cambiar de posición, pero para entonces ya se me había pasado el efecto solidario y mi polla ya morcillona no quiso adquirir de nuevo la consistencia precisa para penetrarle.

Lo intenté un par de veces y desistí.

Aquella fue la última tarde de la temporada.
Un par de días más tarde me iba 15 días de vacaciones.
Entre julio y mediados de septiembre, en los que sólo me escapé brevemente en tres ocasiones, no ocurrió nada digno de contar.

Y fue después, ya en septiembre cuando comienzan los relatos se originaron durante mi escapada de una semana, y que publiqué entre Octubre de 2016 y febrero 2017.

He aquí la relación, por si los queréis leer o releer, antes que comience la nueva tanda de relatos, que no sé todavía si corresponderán a los de mis inminentes nuevas vacaciones o comenzaré por los que corresponderían de octubre.
Ya veré.



(Junio 2016)

Comentarios

  1. Me encanta que seas tan activo sexualmente hablando, desde luego eres un ejemplo a seguir. Nada de 10 min y nada de una vez, hay que satisfacer a todos cuantos sean posibles (y a ti mismo). Felicidades una vez mas perrete!!

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  2. Estupendo fin de temporada el que tuviste antes de tu retiro "lujurioso".Como siempre me encanta tus post. Ahora me apetece amorrarme a tu polla,jugar con tus pelotas, morderte los pezones, tus labios, azotarte tu culete, sodomizarte con cariño tu ojete, rociarte con mi cálida lluvia dorada.
    Pásalo muy bien.
    Un saludo
    Feisamigo

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